Lo construyeron cerca al río Higueras, un afluente del río Huallaga, muy cerca de donde hoy en día está la ciudad de Huánuco. El clima y la geografía son propicios para la vida humana así como para el desarrollo de la agricultura y la ganadería.
Las construcciones más antiguas de Kotosh datan de alrededor del 2000 a.C. y siguieron viviendo allí hasta los primeros años de nuestra era.
La Tradición Mito
La época más antigua hallada en este sitio es la llamada fase Kotosh-Mito y duró desde el 2000 a.C. al 1500 a.C. En ese tiempo se construyeron los primeros templos en donde los ritos consistían en sentarse alrededor de un pequeño fogón en donde se quemaban pequeñas ofrendas. Kotosh es una de las evidencias más antiguas de construcciones dedicadas a la actividad ceremonial o religiosa en el Perú, y la forma de sus templos y la disposición de sus elementos interiores definen al más antiguo movimiento religioso del antiguo Perú, conocido hoy en día como "Tradición Mito".
La "Tradición Mito" está representada por dos elementos, uno tangible: el templo, y otro intangible: el ceremonial del fuego sagrado. Los templos de la Tradición Mito se caracterizan por ser pequeños cuartos de forma cuadrangular o circular (con sus 88 metros cuadrados, el de Kotosh es uno de los más grandes), un único acceso, el piso dividido de dos niveles, uno más bajo, al centro, rodeado por un nivel más alto a modo de banqueta que lo rodea, este nivel es tan alto como la altura de un escalón. El nivel bajo contiene al centro del mismo un pequeño pozo que sirve de fogón, el que es alimentado de aire fresco por un pequeño conducto que corre por debajo del piso hasta el exterior del cuarto. Algunos templos mito no presentan muros, o al menos estos no han sido encontrados por los arqueólogos, otros (muchos de ellos) tiene hornacinas adornando sus muros.
De las ceremonias que se realizaron en estos templos se sabe muy poco, pero se puede deducir por los restos encontrados por los arqueólogos al interior de los fogones que en dichos actos se incineraron vegetales en presencia de un reducido numero de personas (¿las más importantes?) quienes observaban desde la banqueta, el desarrollo del ritual realizado con un afán propiciatorio.
Al igual que en Kotosh en otros lugares del Perú se construyeron templos similares y aunque aún no se sabe cuál es el más antiguo, a todos ellos la arqueología los ha identificado como integrantes de la "Tradición Mito", quienes establecieron la red más antigua de intercambio de bienes y conocimientos en los andes peruanos.
Kotosh Mito, y el Templo de las Manos Cruzadas
Como ya se mencionó, el Templo de las Manos Cruzadas es el más famoso, y el que hoy en día se puede visitar y conocer, pues ha sido preparado para recibir a los visitantes. Tiene forma rectangular y mide 9.5 metros de largo por 9.3 metros de ancho (prácticamente es un cuadrado). Sus muros tuvieron una altura de 2.4 a 2.8 metros, los que fueron enlucidos con una fina capa de barro color blanco-crema y engalanados con nichos y hornacinas grandes de forma trapezoidal imitando puertas selladas. Como los templos de su tradición, el piso está dividido en dos niveles con un fogón central en el nivel inferior y un conducto de ventilación para dicho fogón.
A ambos lados de la hornacina trapezoidal que da frente al único ingreso está este par de nichos que lucen en su parte inferior esculturas modeladas en barro crudo representando un par de manos cruzadas, formando una "X". Estas son las esculturas que le dieron nombre al templo y que al momento de su descubrimiento causaron gran admiración por considerárseles las esculturas más antiguas nunca antes encontradas.
Sobre su significado los estudiosos del tema han deducido que se relaciona con el concepto de dualidad, tradición profundamente arraigada en el ceremonial peruano desde tiempos remotos (prueba de ello, es Kotosh mismo). El dualismo esta representado en el par de manos bajo el nicho a la izquierda de la hornacina central y su contraparte, a la derecha, otro par de manos bajo su respectivo nicho. El doble nivel del piso del templo también es tomado como expresión material del "dualismo" en este sitio.
Kotosh en la época del Templo de las Manos Cruzadas estaba formado por una cadena de tres templos similares levantados sobre sendas plataformas construidas recostadas sobre la ladera del cerro. En la plataforma alta se ubicó un templo que no se ha conservados hasta la actualidad, en la plataforma media, el Templo de las Manos Cruzadas y en la plataforma más baja, un par de cuartos gemelos. Todos funcionaron simultáneamente y las actividades que en ellos se realizaban estaban relacionadas entre sí formando un conjunto ceremonial. En total la altura de las tres plataformas suma 15 metros de altura.
Construir los templos de Kotosh demandó de sus constructores una amplia fuerza laboral organizada, con división del trabajo y el concurso de mano de obra especializada (como albañiles, arquitectos y artesanos) que sin duda provino de los asentamientos próximos a este sitio. Las investigaciones arqueológicas han identificado en las cercanías varias aldeas contemporáneas, así como otros templos de la tradición Mito como Wairajirca y Shillacoto.
El Enterramiento Ritual
Cuando se enterraba un templo no se le cubría simplemente con tierra. Las investigaciones arqueológicas han descubierto que un complejo ritual acompañó la despedida del templo viejo y la construcción de uno nuevo. A esta ceremonia se la ha llamado "enterramiento ritual", y se la ha practicado desde esa época hasta la llegada de los españoles en 1532.
Primero se cubrió el piso con arena fina de río hasta una altura de un metro y medio, luego se cubrió el resto de la altura con tierra y cantos rodados hasta alcanzar la altura del techo. Encima una capa de 60 centímetros de espesor de tierra color marrón, muy abundante en la zona. Inmediatamente se construyeron el fogón y los conductos de ventilación del nuevo templo. Paso siguiente, se cubrió el piso con una capa de cenizas, simbolizando que lo nuevo crece sobre las cenizas de lo antiguo. A continuación otra capa de tierra marrón, preparando el piso del nuevo templo. Se construyen las nuevas banquetas bajas. Se construyen los nuevos muros para formar un nuevo cuarto. Finalmente se enlucen el piso y las paredes. Ahora se tiene un nuevo templo, aunque igual en forma y diseño al antiguo.
lgunos investigadores asocian este proceso de enterramiento ritual con la técnica agrícola de la "roza y quema", la que consiste en limpiar de maleza y arbustos el terreno, incendiando posteriormente el campo ha ser cultivado, y sobre este campo de cenizas se prepara un sembrío. Esta técnica sigue siendo usada hasta la actualidad en la zona de "selva alta" (zona ecológica muy próxima a Kotosh) y en toda aquella región cubierta de densa vegetación pero con suelos pobres en nutrientes. La ventaja es que al arrasar la vegetación y luego quemarla fertiliza suelos pobres, lo que permite la agricultura en lugares donde normalmente no se podría. La desventaja es que este sistema permite pocos años de cosechas pues agota rápidamente el suelo, dejándolo como un páramo, yermo, expuesto a la erosión. Es de suponer que los antiguos pobladores de Kotosh usaron de esta técnica para sus cultivos.
Hoy en día Kotosh es una de las huacas más importantes del Perú, pues es una de las bases sobre las que levanta y sostiene nuestra cultura.